Secrets of Stradivarius woods revealed...

MADRID. Cursó empresariales en la Universidad de Saint Louis (EE.UU.), pero al concluir sus estudios, Borja Bernabéu, madrileño de 32 años, se concentró en su verdadera pasión, la construcción y restauración de instrumentos de cuerda. En 1998 se matriculó en el instituto de lutheria Antonio Stradivari de Cremona, donde aprendió las técnicas tradicionales de los maestros Stradivari, Guarneri y Amati, e investiga la física acústica del violín. En 2001 participó en la reconstrucción de la mandolina corista de Stradivari y en la fabricación de una reproducción que permitió descubrir su particular timbre. Actualmente reside y trabaja en Cremona donde construye violines, violenchelos y violas. -¿Qué opina del estudio de Grissino-Mayer y Buckler que vincula la calidad de los «stradivarius» con una época de gran frío en Europa? -Me parece muy interesante y escrito con conocimiento de causa. Hace un resumen muy bueno de lo que se ha dicho y se sabe hasta ahora de los instrumentos de Stradivari. La aportación más destacable reside en la dendrocronología, la especialidad de sus autores. Desconocía que hubo un periodo muy frío durante la vida de Stradivari. El estudio también hace referencia a los abetos de Paneveggio. Efectivamente son los mejores. El único punto en el que me gustaría que el estudio profundizase es en la relación rigidez-densidad de la madera de abeto de la época. Pero no pongo en duda que durante ese periodo de más frío pudiera crecer una madera con características de más calidad. Sólo que yo no lo atribuiría a una mayor densidad. -Usted utiliza madera de Paneveggio. ¿Es contemporánea o antigua, quizá del tiempo de Stradivari? -Normalmente empleamos maderas que tienen ocho o diez años de secado natural. Justamente hace un mes me han traído un trozo de madera de esa zona que debe tener doscientos años, aunque todavía no lo estoy utilizando. -Respecto a las otras hipótesis, como la del barniz de los «stradivarius», ¿qué se sabe realmente. ¿Utilizó algún tipo de barniz desconocido o hay muchos mitos detrás de eso? -Se sabe que, un poco después de la muerte de Stradivari, hubo una discontinuidad en la preparación de los barnices. Se empezaron a utilizar algunas resinas, como la goma laca, diluidas en alcohol. Y dejaron de utilizarse las que se empleaban hasta entonces. No quedó ninguna receta, ningún escrito de los luthieres sobre los barnices precedentes. No sabemos exactamente la receta del barniz de Stradivari. Lo que sí es verdad es que tiene una extraordinaria belleza. Pero, en mi opinión, no tenía ningún efecto acústico beneficioso. La preparación de la madera con ciertos sustancias tendría, como se apunta en el estudio, algún efecto acústico relativo, pero no determinante. -También se ha propuesto que Stradivari trataba la madera sumergiéndola en agua de mar para evitar el ataque de la carcoma. -Sobre esa cuestión también hay discusión. Parece ser que con las técnicas de ebanistería de la época se sumergía la madera en agua salada o incluso se hervía la madera para matar la carcoma. Experimentos científicos sobre este tema han sugerido, en ciertos casos, que puede mejorar la relación densidad-rigidez de la madera, pero no se ha demostrado. -¿Cómo definiría los instrumentos de Stradivari? ¿Qué tienen que marcan esa gran diferencia? -Visualmente son los instrumentos más bonitos que jamás se han hecho. En la luthería, Stradivari marcó un antes y un después. Tuvo una influencia total, tanto estéticamente como en la técnica manual. Con Stradivari, la luthería cambió. Acústicamente, el asunto es más complicado, porque a partir de 1800 todos los «stradivarius» fueron modificados. Se les alargó el mango. Los instrumentos del periodo clásico fueron concebidos para ser tocados con un montaje barroco. Ahora tienen un montaje moderno. Efectivamente, los «stradivarius» suenan muy bien, pero uno no sabe si achacarlo al mérito de Antonio Stradivari o de quienes transformaron sus instrumentos. Sobre esto hay mucha polémica porque, además, el sonido es un aspecto muy subjetivo. -¿Sigue siendo Cremona un centro de innovación en la construcción de intrumentos de cuerda? -Somos muchos los artesanos que trabajamos en Cremona; probablemente es, a nivel comercial, el centro más importante del mundo. Innovación en este campo hay poca en lo que se refiere al diseño de instrumentos, pero sí en cuanto al estudio e investigación del instrumento tradicional.